Diario de una familia en Tailandia – Parte IV –

Texto y fotos: Familia Seco Ros

Y allí estaba Ko Samui. Literalmente la teníamos enfrente, a vista de pájaro, casi a distancia de nado. Así como Ko Phangan era manejable, Ko Samui necesita de ayuda para ser descubierta, ella es la Reina del Mar de Siam, La Perla del Mar de China, llena de secretos esperados para ser desvelados.

Aunque nunca dejamos de lado al “Lemon Grass” allí descubríamos el white snapper, otra de sus delicias menos conocidas. A pesar de llevar días en Tailandia, la comida era capaz de sorprendernos cada día.

Pudimos disfrutar de “Chang” (elefante en thai) tanto en la versión de carne y hueso como en su versión líquido dorado, la marca de cerveza tailandesa, conocimos sus cascadas y la utilidad de sus monos. Esos pequeños diablillos eran parte de la base de su cultura: el coco, ya que son los encargados de trepar para escoger y cosechar las gigantescas palmeras.

Rodeamos la isla entera hasta llegar a su extremo norte, donde nos esperaba El Melati. La vida es un cÍrculo, desde la piscina infinita podíamos ver Ko Phangan y las luces que veíamos a lo lejos las noches anteriores eran El Melati.

Ko Samui nos trajo mil aventuras, salir en kayak, el pueblecito pesquero con su mercado y Street food, el templo del mar, las puestas de sol, los shongtaew ,la espectacular cena en El Melati, el baile del equipo del hotel, las playas infinitas… pero la mayor aventura fue gracias a María. Extrovertida como es ella conoció a Jimena y a través de ella conocimos la historia de Patricia y Pablo. Esa sí que era una aventura. Es curioso cómo puede llegar a llenarte una persona que apenas conoces, siendo capaces de pararnos en los detalles. Hay situaciones y gente que te ayuda a valorar lo que tienes y lo bello que es este planeta.

Otra de las cosas que aprendimos de Tailandia es que cada día tiene un color. El domingo rojo y el lunes amarillo, y aún más coloridos sus atardeceres, especialmente el de “Sunset by Angeline”. Pero los colores de verdad están en las sonrisas de sus gentes. Esas sí que son coloridas.

Adiós playas, habéis sido muy buenas con nosotros pero ahora queremos conocer la selva y la ciudad. ¡Adiós Ko Samui! ¡Hola Chiang Mai!

Para leer las aventuras completas de la familia clica en los siguientes enlaces:

 
Primera parada: Phuket
 
Segunda parada: Krabi
 
Tercera parada: Ko Phangan