Esta provincia del norte de Tailandia, silenciosa y tranquila, es el refugio perfecto para aquellos viajeros que busquen a la par naturaleza y cultura en su viaje a Tailandia. Una joya escondida en una provincia… una joya natural llamada Nan.
Enclavada en un verde valle al norte del “País de la Sonrisa”, en la frontera con Laos, la historia, el desarrollo y la arquitectura de Nan están influenciados por diversos reinos vecinos, en particular Sukhotai, y sus diversos pobladores a lo largo de los siglos: laosianos o birmanos también forman parte de su cultura, hasta llegar a convertirse en un reino semi-autónomo que tuvo su propia línea de reyes.
Las tribus de las montañas forman parte de la forma de ser de esta “verde” región del norte: los Thais Lue, Hmong, Hmong, N’tin o Khamu son comunidades tribales que habitan en las colinas y conservan muchas de sus costumbres y tradiciones. Gran parte del sustento económico de Nan es la agricultura, sobre todo arroz y fruta.
Además de su rico patrimonio cultural, Nan también destaca por su belleza natural. La provincia cuenta con seis parques nacionales, incluyendo el impresionante Parque Nacional Phukha Doi, con montañas de casi 2.000 metros de altura, o el Parque Nacional Khun Nan, situado en una de las zonas más altas del país.
Cascadas, bosques, tierras de piedra caliza, fuentes naturales y montañas desde las que se aprecia un mar de niebla que envuelve todo el valle serán el paisaje perfecto para los amantes del senderismo y la aventura…
La capital de la provincia tiene un relajado encanto y una historia interesante, con una extensa propuesta cultural y gastronómica, donde confluyen bellos templos como el Wat Tong Laeng, en el que destaca el uso de la artesanía local Thai – Leu en la decoración o el Wat Phumin, uno de los más interesantes de la región por su diseño norteño.
Además de museos como el Museo Nacional de Nan, conocido por su estilo que combina el arte occidental con las artes nativas de la provincia.
A la hora de plantearse una escapada a esta provincia thai, el hotel Nan Seasons Boutique Resort es una buena opción de alojamiento. Encanto y comodidad son dos conceptos “marca de la casa”, en la que destaca su propuesta de villas y bungalows para disfrutar de una auténtica experiencia en el corazón de la naturaleza.
Con unas bellas vistas a las montañas de Nan, la madera y los toques de color destacan para brindar el máximo confort al huésped en la categoría The Residence. Por su parte, la Lanna Villa brinda una estancia perfecta con el toque tradicional de las colinas del norte para un máximo de 3 personas, mientras que The Mountain View Villa concentra lujo y comodidades en 51 m2.
Saborear la auténtica gastronomía thai será posible en el restaurante Lemongrass, donde el chef del hotel preparará diversos platos fusión de cocina local con las influencias del sur del país. Además, el huésped podrá elegir entre los diversos tours organizados por el hotel para descubrir esta joya escondida del País de la Sonrisa o terminar el día con un refrescante chapuzón en su piscina … a la luz de la luna tailandesa… ¡y no es un sueño!
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