Cuando pensamos en Tailandia, nos vienen a la cabeza multitud de imágenes: islas paradisiacas, el ambiente de una ciudad tan vibrante como Bangkok, las delicias de la comida callejera o los hermosos templos budistas. Pero no es tan frecuente que el primer pensamiento sea para las zonas montañosas. En este nuevo artículo, en dos partes, te damos buenas razones para que en tu próximo viaje al País de las Sonrisas incluyas una escapada a las zonas más altas del país.
Phu Lang Ka
En las montañas de la provincia de Phayao se encuentra un remoto pueblo conocido como Phu Lang Ka. Desde aquí empieza una caminata en ascenso que culmina en un mirador situado a 1.700 metros de altura, en el interior del Parque Nacional de Phu Lang Ka.
Un paisaje característico de formaciones kársticas que en muchas ocasiones permanece cubierto de bruma durante todo el día. En el parque también habita una variada fauna, que incluye tigres, osos, ardillas y abundantes aves. El mejor momento para realizar la excursión y alcanzar su punto más alto es durante el amanecer y el atardecer, cuando el cielo es hipnotizante y el paisaje está tocado por las mejores luces del día.
Parque Nacional de Phu Kradueng
Para los viajeros más aventureros, el Parque Nacional Phu Kradueng ofrece una excursión exigente. Se necesitan entre 3 y 4 horas para llegar a la cima situada a 1.220 metros de altitud. Durante el camino hacia la cumbre se pasan arroyos y cascadas mientras la vegetación va cambiando a medida que ascendemos.
Debido al clima y a la dureza del recorrido es muy recomendable ir ligero de equipaje, llevar suficiente agua y algo de comida para reponer fuerzas. El parque se encuentra ubicado en la provincia de Loei, en el noroeste de Tailandia.
El sendero de Kew Mae Pan
Este sendero está dentro del famoso Parque Nacional de Doi Inthanon, donde se encuentra el pico más alto de Tailandia, el cual da nombre a este espacio natural. A esta cima se puede llegar a través de un sendero conocido como Kew Mae Pan. Aunque se necesitan entre 2 y 3 horas, la caminata es apta para cualquier persona.
El sendero está abierto únicamente durante la estación seca, que se extiende de noviembre hasta mayo. Durante el recorrido hay cascadas rodeadas de una vegetación exuberante formada por numerosas especies de musgos y helechos. Dependiendo de la climatología y del período del año en que se visita la zona puede estar despejada o cubierta de niebla. Sea cuales sean las condiciones, la excursión siempre merece la pena.
Doi Luang Chiang Dao
Doi Luang Chiang Dao es una montaña de piedra caliza que alcanza los 2.195 metros y que da nombre a una reserva de fauna. Las zonas bajas de la reserva están cubiertas de frondosa vegetación que va variando a medida que se asciende hacia la cima.
La ascensión a la cumbre es muy recomendable y es bastante famosa entre la comunidad de observadores de aves. En su parte final es posible observar dos especies de aves que resultan muy difíciles de ver en todo el Sudeste Asiático, un faisán y un trepador, este último hay que buscarlo en los pinos que crecen en la parte más elevada del itinerario. La cumbre, además, ofrece unas vistas espectaculares.
Casas de té
En el norte de Tailandia se produce un té de alta calidad, un cultivo que trajo la inmigración llegada desde la provincia china de Yunnan. En localidades como Mae Salong, en las tierras altas de Tailandia, es posible ver los campos con sus geométricas formas, los procesos de secado y tostado de las hojas y, por supuesto, podemos visitar tiendas donde comprar té o degustar una buena taza.
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