En la segunda parte de nuestro recorrido por Bangkok para primerizos, recorremos templos, zonas verdes, disfrutamos del arte más tradicional y acabamos el recorrido con un relajante masaje y con las sobrecogedoras vistas de la ciudad desde los bares de azotea.
Parque Lumphini
El Parque Lumphini ha sido apodado cariñosamente como el Central Park de Bangkok. Fue el primer parque público de la ciudad y cuenta con un hermoso lago y abundante vegetación. Los lugareños utilizan el parque para practicar yoga, tai chi y otras actividades de fitness, y los pintorescos barcos con cisnes permiten a los visitantes navegar por las tranquilas aguas. Aquí abundan los bancos, por lo que es agradable empezar el día en uno de los muchos puestos de comida de Lumphini para tomar un bocado antes de descansar para ver los pájaros salvajes o los lagartos del parque. En este parque de Bangkok también se celebran ocasionalmente conciertos y reuniones sociales.
Wat Saket
Justo fuera de los límites de la isla de Rattanakosin, el barrio conocido también como Ciudad Antigua de Bangkok, se levanta el Wat Saket, uno de los templos más antiguos de la capital tailandesa. La enorme estupa dorada que culmina una pequeña colina artificial de ochenta metros de altura, que se construyó durante el reinado de Rama III, ha hecho famoso a este templo, que es conocido popularmente como Monte Dorado. El que fuera el punto más alto de Bangkok todavía es considerado uno de los mejores miradores de la ciudad y continúa destacando en medio de la moderna ciudad actual. Los terrenos del templo acogen un jardín con árboles maduros y estructuras típicas de la mayoría de complejos budistas, como una sala de oración principal, una sala de ordenación y una biblioteca.
En numerosos templos del país podemos encontrar paredes decoradas con exquisitas pinturas murales. El propósito de esta forma de arte es el de la enseñanza, ya que muestra escenas de jakata, relatos que explican episodios de la vida de Buda, y del Ramakien, la versión tailandesa de la epopeya india Ramayana. Entre las más espectaculares están las del Wat Pho y las de la galería que rodea el Templo del Buda Esmeralda, en el Palacio Real, ambas en Bangkok. Estas últimas representan los diferentes avatares de Phra Narai así como la historia completa del mencionado Ramakian. Las pinturas van acompañadas de versos grabados en losas de mármol incrustadas en las columnas que rodean la galería.
La construcción en Bangkok de grandes rascacielos ha hecho florecer un nuevo atractivo para la ciudad: bares y restaurantes en las azoteas que proporcionan la experiencia de tomar algo o cenar a decenas de metros de altura, cientos en ocasiones, sobre la ciudad. Cada poco tiempo se inaugura algún nuevo local de estas características, lugares con pocas mesas y muy deseadas, por lo que es imprescindible reservar, especialmente si se quiere ir durante uno de los momentos más especiales del día, el atardecer y el encendido de las luces de la capital tailandesa.
El masaje tailandés tradicional, también conocido como masaje antiguo o masaje de yoga tailandés, se remonta al año 1600 en su forma actual, pero sus orígenes se remontan a más de 5.000 años, provenientes de la antigua India y China. Los masajes tailandeses, conocidos por sus propiedades para aliviar el estrés, combinan posturas suaves similares a las del yoga con un masaje de los puntos de presión y las líneas energéticas del cuerpo. ¿Qué mejor lugar para recibir un tratamiento tan relajante que en su país de su origen? En Bangkok abundan los salones de masaje por todo el país y los hoteles suelen tener un spa adjunto que ofrece masajes tailandeses.
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