Arte de vivir: los tailandeses lo denominan Thainess y hace referencia a la forma de ser y el sentir de sus gentes. Su hospitalidad junto a su peculiar estilo de vida y su particular modo de entender el mundo ponen de manifiesto que Tailandia es un país excepcional cuyo primer valor reside en ellos mismos.
Budismo: El 95% de la población lo practica y el país está cuajado de templos de gran belleza donde acuden a todas horas para hacer sus ofrendas. Es un espectáculo realmente espiritual que forma parte de la vida cotidiana.
Compras: Tailandia consigue saciar la sed más consumista. La oferta abarca grandes centros comerciales –como magnífico Siam Paragon, el ultramoderno CentralWorld o el imprescindible MBK de Bangkok-, mercadillos, sastrerías que confeccionan trajes a medida… todo se puede encontrar, regatear y adquirir a buen precio.
Divisa: La moneda es el baht y un euro son aproximadamente 38 bahts. Una comida deliciosa en un restaurante local cuesta en torno a 160 ó 200 (unos 3 ó 4 euros).
Elefantes: uno de los símbolos más fuertes de la cultura del país, venerados por la sociedad thai. Hoy en día se les destina a actividades relacionadas con el turismo permitiendo así que no desaparezcan. Han comenzado a proliferar campos en los que se vive la experiencia interactuando con el elefante sin montarlo.
Festivales: Entre los más importantes se halla el Año Nuevo, el ‘Songkran’, a mediados de abril. En noviembre tiene lugar el festival del fin del Monzón, ‘Loi Krathong’, pero también se celebran a lo largo de todo el año numerosos eventos de todo tipo.
Glamour: En las últimas décadas Tailandia ha experimentado una ebullición de diseño, glamour y tendencias.
Hoteles: A las tradicionales ofertas de las cadenas hoteleras, de inmejorables servicios y calidades, se han ido uniendo otros hoteles independientes donde el concepto de exclusividad y boutique han creado una revolución hotelera. No hay más que darse una vuelta por cadenas como Four Seasons;
Banyan Tree; Anantara; Aetas; Sala Resorts o bien hoteles independientes como los maravillosos Dhara Dhevi; o Rayavadee.
Inmigración: los ciudadanos españoles sólo requieren pasaporte en vigor con una caducidad superior a seis meses. Por otro lado para entrar en Tailandia no se requiere ningún tipo de vacunación.
Jim Thompson: Jim Thompson, sigue siendo el farang (extranjero) más importante y querido de Tailandia. Thompson fue visionario y relanzó el negocio de la seda gracias a sus contactos con Europa, siendo el año 1.948 el de la fundación de la Compañía de la Seda de Tailandia. Hoy es una de las principales fuentes de ingresos del país.
Kilómetros: 2.710 km. de playas y costas entre la línea marítima del mar de Andamán y el golfo de Tailandia. Y en ambos lados, cientos de islas.
Lemon Grass: La especia base de la exquisita gastronomía tailandesa. El país entero huele a ella. Todos los restaurantes de Tailandia desde los más sofisticados hasta los más humildes cocinan con lemon grass la famosa sopa Tom Yam Kung.
Meditación: La Comunidad Mundial de Budistas (World Fellowship of Buddhists-WFB), es el lugar más conveniente para estudiar el Budismo Tailandés y la meditación practicada en los templos. WFB ofrece clases de meditación en Bangkok Son gratuitos y en inglés.
Niños : Viajar a Tailandia con niños es una experiencia gratificante. Los tailandeses son muy tolerantes con los niños y no existen prácticamente restricciones a la hora de llevarlos a cualquier sitio. Por otro lado, hay que recordar que Tailandia es uno de los países más seguros de Asia y posee hospitales internacionales de altísimo nivel como el Samitivej, entre otros.
Ñ de España: Más de 150.000 españoles visitaron Tailandia en 2015. Cifra que se incrementa año tras año gracias a la confianza que los turoperadores españoles y el viajero independiente tienen en este destino.
Ocasión: desde mediados de junio hasta el 15 de agosto y como cada año comienzan las Rebajas en Tailandia. Un auténtico festival de primeras marcas con descuentos de hasta el 80%.
Putt: A la ciudad de Hua Hin se acercan cada año golfistas de todo el mundo, sus altos estándares de calidad y su oferta alojativa han hecho de esta pequeña ciudad un lugar imprescindible para pegarle al hierro del 9.
Q de calidad…
Romanticismo: Destino ideal para Lunas de Miel, bodas, aniversarios, peticiones de matrimonio o viaje de placer con la pareja: espectaculares puestas de sol en playas soberbias, resorts de servicio e infraestructuras impecables, actividades para todos los gustos desde cursos de cocina o de meditación hasta de boxeo tailandés o senderismo, ecoturismo, spas, yates, veleros…
Salud: Tailandia cuenta con una oferta consolidada de terapias preventivas y curativas para alcanzar el ansiado relax de cuerpo y mente. Entre algunos de los spas urbanos más chic se hallan el Divana Spa o el Oasis Spa .
Tesoros: Ayutthaya, Sukhothai, primera capital del reino, o Chiang Mai, conocida como ‘La Rosa del Norte’ y abrazada por una geografía salpicada de templos, campos de arroz y montañas de titánicas cimas.
Urbe: Bangkok, ha llegado a ser la capital más chic del sudeste asiático. Hoteles boutique, restaurantes de diseño, bares en rascacielos, spas urbanos, tiendas a la última en decoración y moda y más moda en centros comerciales con primeras firmas europeas a mitad de precio…todo, todo, está en Bangkok.
Volar: No hay vuelos directos desde España pero la mayor parte de las grandes compañías de todo el mundo vuelan con escala. Compañías como Emirates o Qatar Airways han comenzado a volar a Bangkok desde distintas ciudades españolas haciendo escala en Dubai o Doha respectivamente y conectando a su vez con distintos puntos de Tailandia como Phuket o próximamente Chiang Mai o Krabi además de, naturalmente, Bangkok.
W: Turismo Tailandés www.turismotailandes.com o Tourism Thailand .
Yacimientos: Tailandia es uno de los países con mayores yacimientos de piedras preciosas: zafiros, rubíes, brillantes…se pueden comprar con certificado en los cientos de fábricas diseminadas por todo el país y a precios realmente interesantes, especialmente en la zona de Chantaburi.
Zarpar: las infraestructuras son de primer nivel y las islas están conectadas por ferries; o, incluso, barcos privados que se pueden alquilar a módicos precios. Además, existe una buena red ferroviaria y servicios regulares de autobuses que conectan el país de punta a punta.
Texto: María Redondo
Artículo publicado en el Periódico de Catalunya en 2010 y actualizado para el blog.
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