Fotoperiodista, escritor, guía de montaña y experto en viajes a lugares apartados y extremos del mundo. Más de 30 años visitando y escribiendo sobre muchos destinos del mundo. Al menos, unos veinte de estos viajes podrían ser calificados como expediciones. Entre ellos destacar 6 ocasiones a Nepal, 4 al Sáhara, dos al Tíbet, una a China, Groenlandia, Antártida, Svalbard, Ararat, Kenia, Tanzania, Tchad-Sudán Sur, Uganda, Yukón, Alaska, selva de Chiapas, Andes, Patagonia, Nueva Zelanda y Australia.
Más de 8.000 artículos publicados en prestigiosos medios de todo el planeta y media docena de libros avalan su trayectoria.
Es colaborador desde hace más de 20 años de El Mundo con multitud de artículos publicados y con su blog de excursiones “al aire libre”.
Todas las fotos pertenecen a Alfredo Merino
Comenzamos por el principio, tu padre. Él era fotógrafo y alpinista. Fue el “culpable” de “esto que te pasa”? ¿Qué te enseñó?
No todo lo que los dos hubiéramos querido. Por desgracia murió cuando yo no había cumplido 20 años. En cualquier caso, los momentos que pasamos en la Sierra y en su laboratorio que instalaba en el baño de casa, me debieron enseñar bastante del camino que luego he seguido.
¿Cuál fue el primer país que visitaste profesionalmente?¿Quién te envió y para qué?
Francia. Fui por mi cuenta. Hice unas escaladas y luego escribí de ellas en la revista de montaña que dirigía y editaba. Fue muy fácil encargármelo.
Incluso un día te dio por buscar el Arca Perdida…
Bueno, es un viejo proyecto que tengo desde hace muchos años y que está a mitad de camino de la exploración y el alpinismo. He estado en esta montaña en tres ocasiones y he abierto con unos amigos una ruta por su remota cara Norte. Tengo pendiente volver.
De las expediciones realizadas, ¿hay alguna que te haya marcado especialmente?
Las de la Antártida con Robert Swan, Everest por razones obvias y la que pasé en las selvas de Chiapas en la que coincidí con Gertrude Duby, la extraordinaria etnógrafa que descubrió y protegió a los lacandones.
Tailandia es un país que has visitado en varias ocasiones, pero, en tu próximo viaje allí, ¿Qué te gustaría conocer?
Difícil… tal vez subir a Phanom Rung para recordar al Kailash tibetano en ese volcán y sus templos erigidos en memoria de Shiva.
Alpinismo, fotografía, periodismo… no te vamos a preguntar si mar o montaña, pero si te contamos que en Tailandia se puede escalar en el mar ¿cómo te quedas?
Lo sé y es uno de los destinos que me gustaría conocer en alguna ocasión.
Uno de tus últimos libros se titula Manual del buen excursionista ¿Habría que hacer un manual del Buen turista?
No estaría mal. Incluiría en el mismo un capítulo sobre el buen divulgador de turismo.
En tu libro hablas de la tecnología, la telefonía móvil y cómo puede salvar vidas en la montaña. En otro plano, esta misma tecnología, en la que todos disponemos de cámaras en el móvil, internet está lleno de datos, opiniones y consejos gratuitos de turistas, ¿cómo está afectando al fotoperiodista profesional?
Bastante. El intrusismo está acabando con la profesión. Sobre todo con el periodismo de viajes. Hoy nos lo cuenta la portera de mi casa, con todos mis respetos, por favor. Por supuesto, es sencillo distinguir un buen artículo de otro que no lo es. Pero eso hoy no importa. Importa lo barato que resulte al medio y la influencia del reportaje. No digo la calidad, tantas veces inexistente, ni siquiera el interés de lo publicado importa. Sí el nivel de influencer que tenga el firmante.
Por otra parte, la inmediatez es la ley sagrada de hoy gracias a esas tecnologías. No me quiero poner romántico, pero muchos de los viajes más largos que he hecho no llevaba móvil. Mucho menos ordenador. Y no lo eché de menos. De hecho, muchas de las veces que voy por ahí no lo uso, bien porque estoy en sitios sin cobertura, bien porque no lo enciendo. Esto en un mundo donde si llegas a un aeropuerto y no pillas el wifi te amargas el viaje, suena a anacronismo.
Reconozco las ventajas de la moderna tecnología, y sé que si la usara me iría mejor profesionalmente, pero de momento no la utilizo. Respeto lo que haga cada uno, eso por supuesto, pero no me gusta demasiado hablar de mí mismo, creo que tengo poco que contar. También y sobre todo que cuando un periodista se coloca en el centro de la información, en un intento de ser él la noticia, no es bueno. Carezco, por ejemplo, de perfil personal en cualquier red social y solo mantengo un blog por razones estrictamente nutricionales.
Has dicho en alguna entrevista que, alimenticiamente hablando, a la montaña se va provisto con una “barrita” y que puede ser energética, lo recomendable, o de “40 cm. con chorizo”. Recomiéndanos dos rutas: una para cada uno.
Para la primera, la energética, la Arista Innominada al Mont Blanc un precipicio de 3.200 metros de desnivel en la cara Sur con roca y hielo que se tarda un día en subir. Bueno, si no eres Kilian Jornet, que entonces la haces en poco más de seis horas.
Para la segunda, el Camino Smidth, en la Sierra de Guadarrama. Yo le llamo el rey de los caminos y lleva del puerto de Navacerrada al valle de Fuenfría, a través de los pinares más hermosos del mundo. Y con una bota de vino, por supuesto.
¿Has tenido alguna vez, en algún proyecto, la desagradable sensación de pensar…Alfredo, de ésta no sales…?
Sí en alguna escalada en la que se desencadenó una tormenta eléctrica y, colgados de la cuerda mi compañero y yo, nos movía como un péndulo. En ocasiones así piensas que no sales y también te preguntas ¿qué c… hago yo aquí? pero acabas volviendo.
Finalmente, recomiéndanos un sitio de Tailandia para ser feliz por unos días.
Ahora que vamos al invierno en Europa, los arrecifes de Koh Tao, para hacer unas inmersiones de primera y recuperarse luego en el Jamahkiri Resort, por ejemplo.
Para terminar, completa las siguientes frases:
De pequeño mi ídolo montañero era…. Edmund Hillary
Uno de mis lugares preferidos de España es… Sierra de Guadarrama
Mi próximo proyecto será… Si marcha todo bien, Aconcagua.
Mi próximo destino será… Cuba.
Me gustaría cambiar….el problema de los 60 millones de refugiados que hay en el mundo.
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