Destinos emergentes

Hoy te proponemos un viaje para descubrir los lugares menos conocidos del País de la Sonrisa. Por suerte, gracias al thainess (estilo de vida tailandés) y la infraestructura del país, no hace falta ser un experimentado trotamundos para disfrutar de estos enclaves menos concurridos donde se mantienen intactos todos sus atractivos.

Gran parte del territorio permanece «fuera de ruta» en Tailandia, ya que los viajeros a menudo optan por los destinos más populares. No obstante, hay todo un país por descubrir al margen de los grandes reclamos turísticos esperando ser descubierto por todo tipo de viajeros. No hace falta ser un avezado turista o tener un insaciable espíritu aventurero para dejarse conquistar por los lugares más insólitos del Reino de Tailandia.

Los alojamientos y rincones de Khao Lak delatan que estás ‘fuera de ruta’.

Para aquellos que quieran zambullirse en desconocidas, uno de los puntos de partida bien podría la provincia de Phang Nga, a solo una hora al norte del aeropuerto de Phuket. Aquí, Khao Lak se postula como una parada interesante, ideal como base de operaciones. Su interesante vida local y la extensa comunidad LGBT+ que la habitan harán de anfitriones en este enclave que también sirve de nexo con las fascinantes islas Similan. Una de las alternativas es adentrarse en Surat Thani y visitar el Parque Nacional Khao Sok, donde las impresionantes Colinas del Elefante serán el escenario perfecto para unas vacaciones fuera de lo común.

Los destinos más meridionales de Tailandia se están abriendo al público después de varios años en un segundo plano. Trang, por ejemplo, es un paraíso virgen con 70 millas de costa virgen. Si lo tuyo es largas caminatas por la orilla en playas paradisíacas, este es tu sitio. No esperes clubes de playa ni grandes aglomeraciones. Este lugar está pensado para desconectar de todo. Koh Lipe también está ganando protagonismo para aquellos que quieren descubrir una ‘nueva’ Tailandia; así como sus islas vecinas, geográficamente más cerca de Malasia que de Tailandia. Koh Libong, por ejemplo, es un paraíso para el snorkel y el buceo todavía por descubrir internacionalmente.

Los atardeceres de Nakhon te dejarán sin aliento.

En la costa este, Nakhon Si Thammarat es una cápsula del tiempo de un lugar que encantará tanto a los amantes de la cultura como a los aventureros. Este es, sin duda, un lugar insólito donde la cultura musulmana y su influencia tailandesa dan como resultado un interesante contraste de gran interés turístico. Nakhon Si Thammarat también es uno de los referentes de turismo ecológico y comunitario del país.

Más al norte, Kanchanaburi, Chantaburi y Khampeang Phet te fascinarán por su legado histórico. Al igual que Khao Yai, uno de los baluartes naturales de Tailandia. La frontera final es la provincia nororiental de Isan; cuya gastronomía, picante y única, se ha vuelto internacionalmente conocida en los últimos años.

El Ferrocarril de la Muerte es u.no de los iconos más emblemáticos de Kanchanaburi