Entrevista a Luis Mazarrasa

Autor de más de cuarenta guías de la colección Guía Azul, entre otras, Tailandia, India, Camboya, Vietnam, Siria y Líbano, California, Nueva York, Sri Lanka, Tanzania, Nepal, China, Kenia, Suráfrica, Brasil, Argentina, Uzbekistán, Noruega, Londres, Ámsterdam…
 
Autor de “Viajero al curry”, finalista en el Premio Grandes Viajeros Redactor y colaborador de El País, El Mundo, ABC, El Independiente, Viajar, El Periódico de Catalunya, stringer de la Cadena SER en Jerusalén…
 
Pero además, ha sido y es (porque eso es como montar en bici, que nunca se olvida) jugador de póker y relaciones públicas de tablao flamenco…
 
Se le puede seguir en su Facebook
 
Pero el mejor resumen que hemos encontrado de este escritor es el artículo que, en su día, escribió sobre él, el periodista Fernando Orgambides
 
Todas las fotos de la entrevista pertenecen a Luis Mazarrasa
 
1. Esto de ser polifacético es agotador…¿hay algo que te apetezca mucho y que no hayas hecho?
 
Me hubiera gustado ser corresponsal de prensa en Oriente Medio, India o el Sureste Asiático, porque yo, ante todo, soy un periodista. En otra reencarnación, me lo hubiera pasado muy bien siendo un comerciante persa o libanés, vendiendo especias y liando a la gente para endosarles alfombras. Con una buena casa con un patio con palmeras, mucho olor a curry y a incienso y mi harén de esposas musulmanas, cristianas, judías, parsis, circasianas…
 
2. Tras nueve viajes a la India, algunos de ellos con estancias largas de hasta un año, emprendiste el proyecto de escribir tu libro Viajero al Curry , un recorrido por el país y por treinta años de visitas de lo más dispar: desde mochilero a reportero. De esos nueve viajes, ¿hay alguno que recuerdes de una forma especial?
 
Sí, el primero que hice, con veintipocos años y en el que recorrí gran parte del país en varios meses. Fue el encuentro con la India y el Oriente que había soñado primero de niño, influido por los libros de Salgari, las historias de Sandokán y los tigres de Malasia, y más tarde con la fascinación por los jipis de los sesenta y setenta, la gente que mejor se lo ha pasado en la vida y que ha escuchado la música más maravillosa. Fue un viaje de mochilero puro, algunos trayectos sobre los vagones del tren con todos los colgados, para no pagar el billete, o en autoestop, que los indios no sabían lo que era y no entendían que hacía un guiri en medio de la carretera sacando el pulgar. En aquella época la inmensa mayoría de los viajeros en Oriente iban porque les interesaba y atraía su cultura y querían en la medida de lo posible sentirse inmersos en ella, por lo que los encuentros con otros trotamundos eran siempre muy especiales.

 

 
 
En el prólogo, de Ángel M. Bermejo, asegura que el libro es una declaración de amor a la India, pero para declaración la que se cuenta en un capítulo, que hizo a una chica a la que fue a buscar a la estación de tren montado en un elefante…
 
3. En el fondo eres un romanticón, pero, de todas las virtudes que puede tener la India ¿realmente allí hay un espacio para el romanticismo?
 
Sin duda, India es el país más romántico del planeta. Desde el Taj Mahal hasta las tallas de Shiva y Parvati o las miniaturas que muestran a Krishna rodeado de las gopis, las jóvenes pastoras, la noción del amor está muy presente en el arte indio, incluso en el religioso, que también es una entrega, una devoción hacia los dioses más sexys que haya imaginado el ser humano. Además, la sensación de aventura que acompaña permanentemente al viajero en la India también impregna el viaje de romanticismo. La “chica del elefante” era una australiana bastante escéptica y se me ocurrió –y acerté- que me la podría ligar si la iba a buscar a la parada del bus en elefante alquilado y la llevaba en esa grupa hasta un parque nacional a varios kilómetros después de atravesar un río. Son un tipo de cosas que hacía habitualmente, pero que a las chicas les divertía mucho, creo. O eso decían.
 
 
4. Tailandia es también un país que has visitado en numerosas ocasiones, ¿qué es lo que más te impresiona del país?
 
Seguramente el concepto del sanuk, que podría definirse como el buen rollito, que las relaciones con los demás sean siempre fluidas y de entrada se trate al otro –y no digamos al extranjero- con amabilidad, esa sonrisa permanente, y alegría. También me impresiona muchísimo la educación de la gente. No hay más que ver cómo se mueven por ejemplo los camareros de un restaurante, cómo se sientan las vendedoras en la calle –siempre bien, guardando una especie de fen shui instintivo- y de qué modo se te dirigen casi todos los thais. Y todo esto resalta mucho más si se compara con la manera de estar de muchos de sus clientes occidentales.
 
 
5. Siempre has dicho que Bangkok es una de las ciudades más divertidas y fascinantes del mundo. Dinos un sitio especial al que suelas ir.
 
Mi lugar favorito en Bangkok es Chinatown, que es un barrio muy chino, claro, pero a la vez muy thai, una fusión que me encanta. Chinatown es fascinante de día, con sus mercados de remedios medicinales, escorpiones y serpientes disecadas, amuletos sexuales, imágenes de Budas y los sacos de especias y frutas tropicales… Y muy divertido de noche, cuando se pueden visitar varias pagodas chinas y wats thais y después cenar un plato de sopa de aleta de tiburón por 230 euros o un riquísimo pad thai por dos.
 
6. Has entrevistado a Primeros Ministros, actores, personajes singulares como Phoolan Devi, la Reina de los Bandidos…¿a quién te gustaría entrevistar?
 
Me hubiera gustado entrevistar a Felipe González, a Olof Palme, el primer ministro sueco asesinado a tiros en el Metro un sábado por la noche cuando salía del cine –igualito que nuestros políticos, je je- , a William Darrymple, ese maravilloso escritor de viajes escocés, y al español que más admiro: Luis Eduardo Aute, un artista total y un tío cojonudo.
 
 
7. ¿A qué país te marcharías mañana mismo a vivir? ¿Por qué?
 
A Brasil o a Tailandia. Son dos países de culturas fascinantes, diferentes de la nuestra, habitados por gentes alegres y amables, con una hermosa naturaleza, playas increíbles y buena comida. También me va el clima de ambos.
 
 
8. ¿Crees que las redes sociales e internet han beneficiado o perjudicado al escritor de viajes?
 
Sí, sin duda. Algunos o muchos viajeros jóvenes creen que les da la misma fiabilidad un bloguero superficial que una guía elaborada en profundidad. En algún foro he visto cómo unos niñatos se descojonan y desprecian unas guías tan buenas como ¡Lonely Planet!, jaja ja, y dicen que lo bueno es lo que les cuenta un tipo que hace un viaje en su vida por un país y de unas pocas semanas; por cierto, con nula información cultural, pero mucha sobre bares dónde beber la cerveza más barata y fiestones absolutamente ajenos a la idiosincrasia de tal o cual país y donde se oye una música que es absoluta basura. El colmo es que en algún foro he visto cómo se intercambian alegremente enlaces para piratear esas guías de viaje que tanto denuestan y opinan que el autor o la editorial tienen que regalarles el libro “porque estamos en una nueva época y los intermediarios son cosa del pasado”, como decía un día un forista de esos.
 
9. Estudiaste Derecho ¿Cuándo te dio la vena por el periodismo?
 
Fue a la vuelta de un largo viaje por Oriente; entonces empecé a escribir en periódicos locales y también en El País artículos viajeros. Luego hice la primera promoción del Máster de El País y pasé varios años trabajando o colaborando en varios periódicos y alguna emisora de radio. Pasé una época maravillosa como colaborador de la SER en Palestina e Israel.
 
 
10. Finalmente, ¿para cuándo un libro sobre Tailandia?
 
Pues cuando encuentre un editor serio que le interese y se comprometa a pagarme lo poco o mucho que venda. Tailandia es el país por donde más veces he viajado, seguramente cerca de 25 periplos. Sin embargo, es también uno de los más difíciles para reflejarlo en un libro. El hermetismo de su cultura, que contribuye enormemente a su atractivo, supone también una dificultad para escribir sobre los thais porque es muy difícil enterarse de lo que sucede allí puertas adentro. Al mismo tiempo, lo bien que funciona todo: los trenes, autobuses, alojamientos, trekkings, etcétera, nos deja sin muchos temas a los periodistas o escritores de viajes, que siempre contamos anécdotas sobre los desastres y calamidades que nos acaecen en nuestras aventuras.
 
A continuación completa las siguientes frases:
 
Me hubiera gustado conocer a… Graham Greene
 
Jugaría una partida de póquer con… Ya la jugué: con José Mercé.
 
 
Soy madridista porque… Porque de niño conocí en mi ciudad a Santillana –hasta jugué un día con él- a Paco Gento, más recientemente a Amavisca, y admiré a otros muchos racinguistas o cántabros en general que luego triunfaron en el Real Madrid: Aguilar, Helguera, Marquitos… Y también porque el Madrid es el mejor equipo del mundo, el que mejor historial tiene. Ya sé que está de moda ser del Barça, la mayoría de turistas o los emigrantes en España se apuntan al caballo ganador del momento, lo cual me parece una vulgaridad. Del Madrid lo seré siempre porque además las modas no me gustan, j eje. Una vez vi a un turco en un bar en Madrid saltar como loco por un gol del Barcelona y me explicó que era del Barça desde su más tierna infancia en Estambul; no se lo cree ni él, jeje.
 
En mi próximo viaje a Tailandia quiero visitar… Voy a recorrer esas rutas de montaña que corren en paralelo a la frontera birmana hasta el extremo norte del país partiendo de Mae Sot. Es otra Tailandia, fascinante, remota, tribal, con unas mezclas de gentes apasionantes: comerciantes de piedras preciosas chinos, mercaderes birmanos, minorías étnicas thais, etc.
 
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