La provincia de Kanchanaburi, y la ciudad del mismo nombre, son un importante destino en Tailandia. Se encuentra a tan solo dos horas de Bangkok accesible por carretera o tren. Cuenta con un clima fresco, por la altitud y su exuberante naturaleza ofrece un respiro frente al calor y la congestión de la cercana capital. Estas son algunas de las propuestas para conocer esta interesante provincia.
Elephant’s World
Los vínculos entre los elefantes y la cultura tailandesa son muy profundos y han evolucionado durante miles de años. Vivir una experiencia con los elefantes en Tailandia puede ser una parte muy emotiva durante un viaje por el País de las Sonrisas.
Las condiciones de los elefantes y de las personas que los cuidan dependen del apoyo de los viajeros responsables a la hora de escoger experiencias en que el bienestar de los paquidermos y el de los cuidadores sea prioritario. Elephant’s World es uno de los centros que podemos visitar en Kanchanaburi.
El Ferrocarril de la Muerte fue una línea de tren entre Bangkok y Rangún, Birmania. La historia de su construcción tiene tintes muy dramáticos, ya que los japoneses utilizaron mano de obra forzada, principalmente prisioneros de guerra, que sufrieron todo tipo de abusos.
Hoy es posible viajar en un tren con algunos impresionantes pasos por viaductos sobre el río Kwai. En el punto conocido como Hellfire (Fuego del Infierno) hay un museo conmemorativo donde es posible conocer la historia de este trazado ferroviario. Los trenes que hacen el trayecto hacia Nam Tok, en Kanchanaburi, salen desde la estación Thonburi en Bangkok.
Puente Saphan Mon
El puente Saphan Mon, en la provincia de Kanchanaburi, fue construido para sustituir al Puente del Bath, una sencilla estructura de bambú llamada así porque un bath era el peaje que había que pagar para cruzar el río Songkalia por allí.
Ubicado muy cerca de la frontera con Birmania, está hecho de madera y conecta con una villa mon, en la que podemos conocer las tradiciones y la artesanía de esta etnia originaria del oeste de China.
En Tailandia pueden observarse más de 960 especies de aves, lo que supone aproximadamente un diez por ciento del número de especies de aves del mundo. Además del propio valor naturalista, la observación de aves resulta una actividad gratificante, relajante y que favorece las relaciones sociales. Una de las más espectaculares es el cálao, que en esta provincia se puede observar en el Parque Nacional Thong Pha Phum.
El puente sobre el río Kwai, de la famosa película de David Lean, es fruto de la imaginación del autor de la novela en que está basada la película, el escritor francés Pierre Boulle. Debido a que muchos viajeros se desplazaban a Kanchanaburi en busca del puente, el gobierno tailandés decidió, en el año 1960, rebautizar un río en el que sí había un antiguo puente de la Segunda Guerra Mundial —que los japoneses trajeron desmontado desde Java— y que encajaba con el de la película.
Fue entonces cuando el río Mae Klong pasó a llamarse Kwai. Muy cerca del puente metálico que puede visitarse ahora existió uno de madera —que aún se parecía más al que aparece en la película—, pero fue bombardeado por la aviación británica en 1945 y no volvió a ser reconstruido. Actualmente, es posible cruzar el puente a pie, caminando sobre la vía, donde unos espacios habilitados permiten apartarse para que los trenes circulen.
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