Paisajes impresionantes, las cualidades curativas de estar en la naturaleza y la oportunidad de ver algunas de las especies animales más esquivas del mundo: la visita a un parque nacional es una de las prioridades para muchos visitantes en Tailandia.
Si sorprende la belleza sobrenatural del Parque Nacional Khao Sok y o se ha disfrutado en las aguas esmeralda del Parque Nacional Marino Ang Thong, ya es hora de que el viajero ponga sus ojos en otras áreas protegidas del país, que están alejadas de otros puntos más turísticos.
Parque Nacional de Nam Nao
Con poco menos de 1.000 km2 de belleza natural ininterrumpida, este extenso parque en la provincia de Phetchabun es como un mundo propio. Hay pintorescos valles enclavados entre montañas boscosas, con frondosos árboles, arboledas de bambú, tranquilas cascadas o verdes praderas por todo el territorio. Es relativamente fácil llegar hasta aquí desde la ciudad de Khaon Kaen o Phetchabun y los visitantes tienen la oportunidad de disfrutar de la estancia en un encantador camping.
La principal atracción de Nam Nao es quizás el sistema de cuevas de Tham Yai, el tercero más largo de toda Tailandia, con una longitud de casi 10 km. Si se prefiere la luz a la oscuridad, no hay que perderse el amanecer o el atardecer desde uno de los miradores del parque. La vida silvestre está compuesta por más de 200 especies de aves, elefantes, osos malayos o leopardos. Además, los aficionados al senderismo podrán disfrutar de la actividad en los variados senderos señalizados para descubrir el parque desde otro punto de vista.
Parque Nacional Thong Pha Phum
La palabra “increíble” sale sola si se quiere definir a la provincia de Kanchanaburi. Cerca de la frontera con la vecina Myanmar, el Parque Nacional Thong Pha Phum es uno de los menos explorados de Tailandia y una gran parte de su territorio está fuera de los límites para los visitantes. Pero todavía hay mucho que ver, como la cascada Chok Kradin, la más impresionante de las tres que hay en el parque.
Thong Pha Phum también destaca por su sendero de 8 km que asciende a su pico más alto, la montaña Khao Chang Phueak, cuya superficie cubierta de hierba brilla intensamente con el cálido sol de la tarde. Lo mejor de todo es que las opciones de alojamiento incluyen dos rústicas y originales casas en árboles, que aseguran que la aventura continúe por la noche, cuando los huéspedes se duerman con el sonido de la selva.
Parque Nacional Marino Khao Laem Ya-Mu Samet
Por último, pero no menos importante, el ranking se completa con el Parque Nacional Marino Khao Laem Ya-Mu Samet, que se encuentra en y en los alrededores de la isla de Koh Samet en el Golfo de Tailandia. Además de la isla, está compuesto por otros nueve islotes más pequeños, escarpadas costas y varios senderos naturales. Aunque es un atractivo natural popular entre los tailandeses, Khao Laem Ya-Mu Samet sigue estando fuera del radar de los visitantes extranjeros y es especialmente tranquilo durante la semana.
Sus rincones más interesantes se encuentran posiblemente bajo la superficie, aunque si uno se quiere quedar en tierra, éste es quizás el lugar perfecto para pasar unos días de auténtico relax. Los paisajes de Khao Laem Ya-Mu Samet no son dramáticos ni abrumadores, son pacíficos e idílicos, dos adjetivos ideales para unas vacaciones.
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