Chiang Rai es una pequeña cuidad al norte de Tailandia. Es la hermana pequeña de Chiang Mai, lo que hace que sea un poco menos conocida y que, a su vez, guarde gran parte del encanto thai. Pensar en Chiang Rai se asemeja a tres puntos clave, o tres puntos turísticos mejor dicho: el archiconocido Templo Blanco, el Triángulo de Oro y, si acaso, los templos del centro histórico. Pero hay algo que todo el que visita esta ciudad conoce y que, por algún extraño motivo, se menciona menos, el Night Bazaar o mercado nocturno.
Enclavado en el centro de la ciudad, junto a la Terminal 1 de autobuses, este mercado cuenta con recovecos y algunos trucos que conviene conocer. Lo primero de todo y, principalmente para los amantes del shopping, ¡es lo más barato que vas a encontrar en Tailandia! Si estás de paso por el mercado y encuentras algo que te gusta y con un precio atractivo, no lo dudes, ¡compra! Chiang Mai será un pelín más caro y Bangkok incluso un poco más. Hablamos de pocos bahts que al cambio es algo ridículo, pero la diferencia llama la atención. ¿Una camiseta de tirantes con la cerveza Chang? Sencillo, en Bangkok 200 bahts, en Chiang Mai 150 y en el mercado nocturno de Chiang Rai 100bahts. Hablamos de algo más de 2,50 €… Es decir, truco 1: hay que esperarse para las compras hasta llegar a este mercado.
Pero realmente lo atractivo del Night Bazaar no son las compras, sino el ambiente que se disfruta a la hora de cenar en ambas plazas. Y este detalle también es importante porque hay dos zonas donde cenar disfrutando de un espectáculo en directo sobre el escenario. Una de ellas es más fina y cuidada, mientras que la otra es más básica (y a la vez con mucha más gracia).
Centrándonos en la básica, la gracia reside en los puestos. Una plaza amplia abarrotada de mesas y sillas, con toldos en las zonas laterales y descubierta en el centro. Al fondo, un escenario con letras tailandesas. Y rodeando esto, la comida. En este punto es donde hay varios consejos que tener en cuenta.
El primero es la limpieza propia de manos. Si eres previsor puedes llevar un paquetito de pañuelos para limpiarte las manos, principalmente porque en todas las mesas que hay compartidas para los puestos de comida no hay un solo servilletero. Ni de los que tienen servilletas de plástico que no limpian. Otra opción muy cómoda y económica es comprarlas. Muchos puestos son conscientes y venden paquetes por 10 bahts.
Después pasamos a la hora de pedir la cena. Hay infinidad de opciones, desde las típicas brochetas, hasta marisco pasando por zumos, comida japonesa o, por supuesto, platos tradicionales como el pad thai o diferentes sopas y noodles.
Existen unas cestas llenas de verduras con pinta de ser una ensalada perfecta. Pero cuidado, no lo son. Son los ingredientes para que cada uno se prepare el manjar. Realmente es fácil, pues además de la cesta te entregan una cacerola de barro con fuego debajo para que puedas preparar el caldo. Sencillo y divertido.
Por otra parte, quienes opten por picoteo deben tener cuidado con algunos detalles. Brochetas, aros de cebolla, rollitos de primavera, patatas fritas y demás están expuestos en platitos con sus precios. Solo es pedirlo y lo pasan un rato por la freidora para que puedas llevártelo caliente. Aquí el punto viene con las gambas en gabardina, es decir, las gambas rebozadas. Solo dando un bocado puedes descubrir por qué. Si eres de los escrupulosos que pelan todo, estas no son para ti porque aquí no se pelan las gambas antes de rebozarlas.
Y el consejo para terminar, volviendo a la higiene, es el baño. Lleva siempre si puedes un par de bahts sueltos ya que el baño hay que pagarlo. Ya la entrada sorprende con unos tornos “antimecuelosinpagar” pero la sorpresa divertida viene después, en el retrete. Cada uno se apaña como puede para hacer sus necesidades sin rozar ni un poco la taza, pero en este caso tendrás que tirar de las servilletas que compraste (o los pañuelos si llevabas) para poder obedecer a las señales tan estrictas que te puedes encontrar. Desde luego una aventura (para quien decida seguirlo a rajatabla, claro…).
Pero realmente lo importante de este espacio es la atmósfera. Un ambiente tranquilo, relajado, donde comprar barato, comer bien y, por supuesto, entretenerse. Los escenarios nunca están vacíos y se pueden ver distintas actuaciones como cantantes tradicionales con música muy lenta o como divertidísimas Drag Queens que animan a todo el mundo según suben al escenario. Trajes coloridos, bailes sensuales y mucha música comercial en un playback para no parar de reír con canciones hasta en francés o alguna de Paulina Rubio. Aquí un par de vídeos que dan fe de ello.
Vídeos:
https://youtu.be/CvpUfCt81aA
https://youtu.be/-brkLnIaHAM
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