Texto y fotos: Turismo de Tailandia.
Cuando soñamos con un paisaje tropical, nos imaginamos kilómetros de playas de arena blanca, aguas prístinas, selvas exuberantes e islas extraordinarias con amplias posibilidades de exploración. Krabi es uno de los destinos de Tailandia que mejor encaja con esa imagen.
En la costa oeste del sur de Tailandia, la provincia de Krabi cuenta con más de 200 islas, enormes acantilados de piedra caliza y densos bosques de manglares. La playa de Railay y las islas Phi Phi están entre los puntos más conocidos de la zona, pero Krabi ofrece otros muchos lugares de interés, algunos fuera de las rutas más clásicas. La provincia es hermosa durante todo el año, con el sol brillando frecuentemente, incluso durante la temporada verde después de que la lluvia pase.
Ko Poda
Desde la playa de Ao Nang salen los barcos de cola larga que llevan hasta Ko Poda, el trayecto dura poco más de 25 minutos. Bajo sus aguas azules y cristalinas hay una vibrante vida marina que se puede observar practicando esnórquel. También se puede navegar en kayak por las tranquilas aguas, admirando los acantilados que rodean la isla. Es importante saber que la isla tiene normas y reglamentos que establecen que cualquier basura que traigas, también debes llevártela al salir.
Piscina Esmeralda
En lo más profundo del exuberante Parque Natural del Bosque de Thung Teao se encuentra un estanque de aguas cristalinas conocido como Emerald Pool. Está rodeado de flora, fauna y es perfecto para darse un baño o simplemente sumergir los pies para refrescarse. Además, el viaje hasta allí ya es interesante de por sí, caminando a través de la selva tropical para ir al encuentro de la fauna del parque. El mejor momento para visitar esta piscina es durante las horas de la mañana, cuando hay menos gente.
A sólo 45 minutos en lancha rápida desde la ciudad de Krabi, Ko Phi Phi te espera con playas vírgenes, aguas transparentes, una gastronomía excepcional y un ambiente festivo. Se compone de dos islas, Ko Phi Phi Don y Ko Phi Phi Leh, ambas con actividades en tierra y mar. Puedes practicar esnórquel para ser testigo de la exótica vida marina durante el día y dar un tranquilo paseo por la costa, para luego cenar junto al agua por la noche.
El entorno natural está protegido con el estatus de parque nacional. Cerca del extremo sureste de las islas Phi Phi está la bahía de Moo Dee, una pequeña joya de 300 metros de largo. Bordeando la bahía hay un bosque de cocoteros y una espesa selva tropical. En la zona hay un buen restaurante dirigido por los lugareños.
Wat Tham Sua
Wat Tham Sua (Cueva del Tigre) es una maravilla natural de Krabi con famosas cuevas que forman parte del complejo del templo, que está rodeado por la selva. Los monjes viven y rinden culto en el interior de Wat Tham Sua. El apodo de Cueva del Tigre tiene su origen en la leyenda de que un tigre vivió una vez dentro de las cuevas.
En su interior se descubren lo que parecen ser las huellas de las patas de un tigre incrustadas en la piedra. La vista más espectacular está tras subir los 1.237 escalones del templo, donde se encuentra una huella de Buda y excelentes vistas panorámicas del mar de Andamán. Hay que tener en cuenta que los escalones son muy empinados y que hay monos en el camino que agarran objetos sueltos, por lo que se recomienda llevar una botella de agua y mantener las cosas cerca o a buen recaudo.
Como una pequeña península formada por cuatro playas, la playa de Railay cuenta con extensiones de arena, elevados acantilados de piedra caliza y hermosas vistas. Durante la marea baja las embarcaciones de cola larga atracan en la playa dando la sensación de que están clavadas en la arena.
Para los más aventureros, las oportunidades de escalada en roca te permiten subir tan alto como quieras, incluso si eres un principiante. Desde esas paredes verticales de roca podrás admirar las aguas turquesas de Railay. Para una vista aún mejor puedes subir hasta el mirador de la playa de Railay, No olvides llevar un calzado adecuado para hacer la caminata.
Manglares y cuevas de Ao Luk
Los manglares y cuevas de Ao Luk son una maravilla desconocida para la mayoría de los turistas. En el interior de los manglares hay tres cuevas: Tham Phi Hua To, Tham Lod Neua y Tham Lod Tai. Tham Phi Hua To sirvió de lugar de enterramiento hace más de 3.000 años, con pinturas y exquisitas formaciones rocosas por toda la cueva.
Puedes entrar en Tham Lod Tai en un barco de cola larga, pasando por un estrecho túnel de piedra caliza. Las estalactitas y estalagmitas de forma única te rodean a medida que avanzas por el túnel.
A lo largo de veinte kilómetros de playa de arena, aguas tranquilas y una atmósfera serena, Ko Lanta es un lugar con poca gente, lo que la hace absolutamente encantadora para una escapada tranquila y apacible.
Las escuelas de buceo de toda la isla están certificadas para llevar a los lugareños y a los visitantes a mar abierto para explorar los hermosos arrecifes de coral y la vida marina. En los pequeños restaurantes se sirven mariscos recién pescados día y noche. Las puestas de sol en la isla son muy apreciadas, con cielos anaranjados y rosados que se reflejan en el agua.
Ko Tup y Ko Mor son dos impresionantes islas conectadas por un banco de arena por el que se puede pasear durante la marea baja. En cualquiera de las dos islas encontrarás aguas cristalinas perfectas para bucear y nadar. Para llegar hasta estas islas hay que hacer un viaje de 30 minutos en barco de cola larga desde Ao Nang. También puedes dirigirte a Ko Poda tras tu estancia en Ko Tup y Ko Mor, ya que Ko Poda es la siguiente parada del barco.
Dentro de la selva cercana a la Reserva Natural de Khao Phra Bang Khram te esperan unas relajantes y cálidas aguas en las termas de Klong Thom. Te puedes bañar en las aguas templadas mientras los sonidos de la naturaleza te rodean. Los orígenes de los manantiales provienen de antiguas cámaras volcánicas, que fueron las responsables de la creación de esta maravilla natural.
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