Texto y fotos: Doctor Sajonia-Coburgo
Es muy importante analizar un destino, además de por los miles atractivos turísticos que ofrece, por la calidad de su turismo de salud. Me encanta viajar y después de recorrer el mundo, hay una cosa que tengo clara: nunca me cansaré de visitar Tailandia, #MeGustaTailandia. De esta forma, quiero compartir con todos vosotros a golpe de imágenes algunos de los motivos de por qué El País de la Sonrisa es uno de mis destinos de salud y bienestar preferidos en el mundo.
Un hotel con mucho encanto que además de playa ofrece piscina y un fabuloso gimnasio. Después de un largo día nada mejor que una buena sesión de ¡cardio con vistas!
Gimnasio volado sobre la piscina, ideal para hacer unos largos después de entrenar.
Paseo por la playa al atardecer y zumo de fruta natural para hidratarse. Las playas de Samet son las que tienen la arena más blanca de Tailandia.
Y para acabar una jornada perfecta, lo ideal es relajarse junto al mar y tomar una copa.
El archipiélago de Samet está formado por pequeñas islas ideales para practicar senderismo.
Podemos disfrutar sin ser profesionales del buceo y de sus fabulosos fondos coralinos. Sin aletas ni neopreno, dado que la temperatura del agua siempre está por encima de los 28 grados y no hay corrientes.
El Hotel Paradee tiene una de las playas privadas más bonitas y exclusivas que yo haya conocido. También ofrece la posibilidad de hacer todo tipo de deportes acuáticos.
El Paradee dispone de tablas de paddle surf para sus huéspedes, así como de piraguas, windsurf y catamarán.
Las mejores horas para tomar el sol son las del amanecer y atardecer, cuando los rayos UVA no son tan fuertes.
En el hotel Paradee es posible avistar el Hornbill, preciosa y curiosa ave en peligro de extinción.
Ver amanecer desde tu cama… ¡y de la habitación a la piscina!
Las villas tienen acceso directo al agua para nadar o relajarse en cualquier momento.
Nadan Beach. Trece kilómetros de playa virgen para salir a hacer footing al amanecer. A esa hora coincides con los pescadores recogiendo sus redes. ¡Imágenes que hoy cuesta ver!
Y después un desayuno saludable al borde del mar para recuperar fuerzas y afrontar el día con energía y salud.
¡Un hotel que no necesita presentación! Junto al río cuenta desde sus habitaciones hay unas vistas impresionantes de la ciudad.
El hotel cuenta con pantalán propio, jardín al borde del río y dos piscinas.
El desayuno es único. Cuentan con chef tailandés, indio, japonés, y chino además de desayuno continental. ¡Tiene hasta carro de helados para elegir!
Además de jardín a orillas del río y dos piscinas, el Hotel Shangri-la tiene un fabuloso Spa, con todo tipo de masajes y tratamientos.
Para finalizar, solo me queda agradecer a Turismo de Tailandia su amabilidad, trato agradable, disposición y, por supuesto, su profesionalidad. Gracias por conseguir que pudiera viajar una vez más a este maravilloso país que recuerdo siempre con una sonrisa.
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