Amazing Thailand

Turismo fluvial y tradición

A 100 kilómetros al oeste de Bangkok, capital del País de la Sonrisa, el río Kwai y sus inmediaciones nos ofrecen la posibilidad de realizar turismo rural en un entorno único, con los ‘mon’ como pueblo anfitrión.

 

La gran variedad étnica y cultural de Tailandia nos invita adentrarnos en la tierra de los mon, un pueblo que hace siglos ocupó gran parte del territorio. Para ello, elaboramos una ruta por el oeste del país no exenta de lugares de interés turístico, en la que el progreso de Bangkok, la capital, da paso a un entorno más rural. A poco más de dos horas por carretera, los núcleos urbanos se diluyen en la espesura de unos bosques que empiezan a compaginar el tránsito de viajeros con la cultura más autóctona de las regiones fronterizas.

 

Tópico imprescindible

 

Nuestra primera parada es el concurrido mercado flotante de Damnuen Sudak, una pequeña ciudad de la provincia de Ratchaburi, ubicada a 100 kilómetros de Bangkok. Es uno de los lugares más turísticos de la zona, por eso es aconsejable ir a primera hora. No obstante, aquí se mantiene viva la tradición del comercio sobre barcas. Muchos reputados escritores de guías de viaje lo reseñan. El olor a agua dulce mezclada con aromáticas frutas de la zona y el bullicio sereno propio de los mercados asiáticos dejan patente que este lugar a todo lo que hemos visto con anterioridad. Las grandes lluvias y crecidas de los ríos en esta zona ha desarrollado una economía que tiene en los cursos fluviales su principal medio de transporte.

 

En busca de la mejor fotografía

 

Por unos 250-600 bahts (entre 5 y 12 euros), las barqueras, ataviadas con vestidos tradicionales y sombreros de bambú, dan una ilustrativa en barca a los turistas, haciendo la pertinente parada en tiendas seleccionadas. Tras la visita panorámica, recomendamos una cerveza local en cualquiera de las terrazas de la zona, ya que estas brindan una panorámica muy fotogénica del mercado.

 

Adentrándonos en tierras ‘mon’

 

La paz y tranquilidad que desprenden a día de hoy las dos orillas del río Kwai y la frondosidad de la jungla que lo rodea, nos trasladan a una experiencia rural que transmite a la perfección el thainess (estilo de vida tailandés). Aprovechando el curso medio del cauce fluvial, varías compañías hoteleras del país se han instalado en sus riberas. Dando como resultado villas y resorts perfectamente integrados en la naturaleza que ofrecen todo tipo de servicios y comodidades. Muchos de ellos cuentan con embarcadores de lujo donde la combinación de naturaleza, sencillez y hospitalidad tailandesa adquieren una nueva dimensión. La especial sensibilidad con el turista extranjero en esta región, hace del pueblo mon uno de los mejores anfitriones posibles. A nivel gastronómico, la exquisita materia prima con el que se trabaja en la zona, nos lleva a los orígenes de la afamada cocina tailandesa. La amplia oferta de restaurantes fluviales dan buena muestra de ello. Las noches en las proximidades de las plácidas aguas del río Kwai son un festín de ruidos y sensaciones que dejan patente que nos encontramos en plena naturaleza.

 
 

 
 

Las ‘veladas mon’ son otro de los atractivos de la noche. Con el objetivo de mantener viva la tradición, los ‘mon’ representan en público la exquisitez y belleza de sus danzas. Trajes de delicada seda y vistosos maquillajes dan paso a una coreografía en la que bailarines y bailarinas efectúan pasos imposibles en un escenario de atmósfera mágica.

 

Turismo activo

 

Kanchanaburi no es solo paz y sosiego. Quien quiera turismo activo, ha de tener en cuenta que esta zona está considerada como un auténtico polideportivo al aire libre. En este aspecto, el río es uno de los principales alicientes. Muchos son los que se decantan por descender su cauce en kayak, siempre asesorado por personal cualificado de las diferentes empresas de aventura que hay en la zona. Otra opción que nos ofrece el cauce del Kwai es el ‘bamboo rafting’, una relajante forma de disfrutar del paisaje en una barcaza manejada por gente de la zona.
 
 

 
 
El mountain bike también es una alternativa para los amantes del ciclismo, ya que la zona cuenta con infinidad de caminos y senderos que surcan esta hospitalaria provincia encargada de mantener vivo el espíritu mon en la multicultural y tolerante Tailandia del siglo XXI.