Amazing Thailand

Un paseo por la selva

Por Ángel M. Bermejo Colaborador

 

Si viajas a Tailandia tal vez tengas suficiente con la combinación imbatible de playas tropicales, vida urbana de Bangkok, ciudades antiguas como Ayutthaya y Sukhothai (por nombrar sólo dos), una experiencia gastronómica fascinante e inacabable y una cultura diferente que brilla especialmente en los templos y los festivales, además de masajes y compras. Pero si no tienes suficiente con todo esto, aquí va una opción más: la posibilidad de conocer cómodamente algunos de los últimos restos de la naturaleza medianamente salvaje que queda en el Sudeste Asiático.

 

En Tailandia hay varios parques nacionales y otras zonas protegidas que bien merecen ser conocidos, pero si hubiera que elegir sólo uno creo que casi todo el mundo se inclinaría por Khao Yai. Es el parque mejor preparado para recibir visitas y el que ofrece una mayor variedad de fauna y flora, con diferentes tipos de bosques y centenares de especies animales. La Unesco lo ha inscrito, junto a la vecina zona de Dong Phayayen, en la lista del Patrimonio Mundial.

 

Khao Yai Tailandia

 

El Parque Nacional Khao Yai (la “Gran Montaña”) se encuentra a apenas 120 kilómetros al nordeste de Bangkok y es un conjunto de más de 2.000 kilómetros cuadrados. La zona es de roca caliza, por lo que la erosión ha ido tallando a lo largo del tiempo un paisaje de curiosas formaciones. Aquí abundan las cascadas. Viniendo desde la capital hay un momento en que la inmensa llanura da paso a las montañas Phanom Dongrek. La temperatura empieza a descender y esto, en algunos momentos del año, es algo que se agradece.

 

Khao Yai Tailandia
La zona declarada patrimonio mundial tiene una importancia decisiva en la conservación de una fauna muy variada en la que se encuentran diferentes especies de animales en situación vulnerable o incluso en peligro de extinción. Además es uno de los escasísimos lugares de Tailandia en donde todavía hay tigres. Este detalle es motivo suficiente para otorgarle un valor especial a este bosque y desde luego un acicate para visitarlo. Aunque no lo veamos —que será lo más normal— significa que estamos recorriendo un bosque lo suficientemente bien conservado como para que el gran felino pueda vivir en él.

 

Khao Yai Tailandia

 

La forma habitual de visitar Khao Yai es haciendo caminatas por el bosque siguiendo algunos de los muchos caminos marcados, que permiten hacer incursiones de una a varias horas. Si se siguen los itinerarios señalados no es estrictamente necesario disponer de un guía, aunque en un lugar como éste la experiencia vital de una caminata por el bosque se ve infinitamente enriquecida si se va acompañado de alguien que conozca bien la zona y sea capaz de distinguir animales escondidos en la espesura. Sin su ayuda es muy probable que no se vea casi nada. En cualquier caso hay que ser consciente de que un paseo por Khao Yai no es un una jornada de observación de fauna salvaje como si estuviéramos de safari por algunos parques nacionales de África.

 

Khao Yai Tailandia

 

Algunos de los animales que probablemente se vean en un paseo por el bosque (o al menos que se oigan) son el gibón de manos blancas y el macaco de cola de cerdo. Khao Yai es uno de los mejores lugares del Sudeste Asiático para ver cálaos —esas aves de pico inmenso— y elefantes salvajes. Sin embargo, y como ocurre siempre en la naturaleza, esto no está garantizado. Mucho menos si pensamos en animales realmente huidizos como el tigre o el lori perezoso. El ciervo ladrador o la civeta se dejan ver más fácilmente.

 

Khao Yai Tailandia-Foto 5

 

Uno de los detalles más curiosos de los caminos que recorren el parque es que algunos tramos han sido trazados por los propios elefantes y otros animales en sus desplazamientos por la zona, sobre todo los que conducen a puntos de agua o a depósitos de sal. Hay una docena de senderos, aunque algunos no dejan de ser versiones más cortas o atajos de otros más largos. El acceso a algunos de ellos pueden estar cortados por los propios rangers por diferentes motivos, desde proteger zonas de crías o porque la vegetación lo ha invadido y son necesarias tareas de acondicionamiento. Siempre habrá que estar preparado para saltar por encima de algún árbol caído encima del sendero. El itinerario más transitado, ya que ofrece una vegetación más variada, varios ejemplares de árboles inmensos y la posibilidad de ver fauna interesante es el que lleva a la torre de observación de Nong Pak Chee.

 

Siempre es una experiencia extraordinaria adentrarse en un bosque tropical. Es un ecosistema tan diferente a cualquier otro al que estemos habituados que siempre resulta extremadamente sugerente. Enseguida desaparece el horizonte y estamos inmersos en un mundo cerrado, húmedo, que te envuelve y te fascina. Los árboles, los matorrales, las hojas, todo es nuevo. Hay lianas, enredaderas, rayos de luz que se cuelan por las altas copas. El guía hace que te fijes en las cortezas de los árboles, porque cada una cuenta una historia diferente: ésta está cubierta de espinas para proteger sus frutos, estas marcas las ha hecho un mamífero para afilarse las uñas, no toques ahí porque está lleno de hormigas.

 

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Más allá de un avistamiento de alguna especie importante, en la selva siempre maravillan los árboles inmensos, de rojos troncos inabarcables y de los que es difícil calcular la altura. Son seres gigantescos de los que nadie sabe la edad y junto a los que se pasa con una cierta reverencia. Como pensando que estamos ante los verdaderos amos del bosque.

 

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Tres detalles

 

Khao Yai se encuentra relativamente cerca de Bangkok por lo que es posible hacer una excursión de un día, pero mucho más recomendable es pasar una o varias noches en la zona, lo que permite entrar muy temprano en el parque o quedarse hasta el final del día. Hay varias opciones de alojamiento modesto y correcto en el mismo parque, pero si se quieren más comodidades es mejor quedarse en algún hotel cercano, fuera ya de los límites del parque. La oferta es realmente abundante. Una buena opción es el Botanica Khao Yai, un hotel de reciente construcción con todas las comodidades.

 

Hotel Botanica Khao Yai Tailandia-Foto 9

 

Hotel Botanica Khao Yai Tailandia-Foto 10

 

A muy pocos kilómetros de Khao Yai surge la sorpresa: en este lugar se producen algunos de los mejores vinos de Tailandia. Sí, no se cumplen las condiciones que, en teoría, se deben dar para el cultivo de la vid y la fabricación de buen vino, pero ya hay varias bodegas que están echando por tierra ciertos prejuicios. Una de las mejores es PB Valley que ofrece recorridos por los viñedos y todas las instalaciones; cuenta con tienda de sus productos y restaurante en un enclave tranquilo.

 

Bodegas PB Valley Tailandia-Foto 11

Bodegas PB Valley Tailandia-Foto 12

 

El nordeste de Tailandia es una de las regiones menos visitadas del país y hay numerosos lugares que merecen ser conocidos. Ya que se está en la zona es recomendable visitar el recinto arqueológico de Phimai. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura jemer de Tailandia, perteneciente a la misma cultura que Angkor. Prasat Hin Phimai es un complejo monástico muy interesante, de unos mil años de antigüedad, que estaba unido por una calzada real al mismo Angkor. A poca distancia se encuentra Sai Ngam, que tiene fama de ser el baniano, la higuera de la Bengala, más grande de Tailandia.

 

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Texto y fotos: Ángel Martínez Bermejo